En la semana 25 del embarazo el bebé puede pesar unos 700-800 gramos aproximadamente y medir unos 22-23 cm.
Comienza a formarse en sus pulmones una sustancia llamada surfactante pulmonar, imprescindible para que pueda respirar.
Tu pequeño bebé está empezando a ejercitar los movimientos de respiración, sin embargo, hasta que nazca no entrará aire en sus pulmones.
Aunque todavía le falta mucho por desarrollar, no será hasta la semana 35 cuando se considera que sus pequeños pulmones ya están totalmente maduros.
En este periodo, sus órganos de los sentidos continúan su proceso de maduración y ya comienza a abrir sus pequeños ojitos. A la vez, también desarrolla el sentido del tacto y puede sentir el latido cardiaco y la respiración de su madre.
Sus huesos se están osificando, poco a poco van desarrollándose y sus estructuras de la columna vertebral comienzan a tomar forma. Los dientes del bebé se ubican debajo de las encías, pero no brotarán hasta unos meses después del nacimiento.
Cambios de la madre en la semana 25 del embarazo
El proceso de gestación sigue avanzando y la compresión del útero sobre el estómago puede desencadenar en reflujo o sensación de ardor en el estómago debido a que el esfínter inferior del esófago no se cierra totalmente.
Lo que también ocurre con frecuencia es la aparición de gases o flatulencias que, en algunos casos pueden ocasionar mucho dolor cuando no son expulsados.
A pesar de que resultan ser muy molestos, se consideran normales en el embarazo, lastimosamente es por la compresión del útero sobre las asas intestinales.
Comienzan los muy famosos antojos, ese deseo irrefrenable de comer algo especial en el embarazo. Esto es debido a los cambios metabólicos y hormonales, pero nada tienen que ver con las alteraciones cutáneas de distinta naturaleza con las que pueda nacer tu bebé. Está comprobado que estos caprichos culinarios muy común de las embarazadas no afectan al feto.
No solo el aumento de peso y volumen del vientre te harán sentir algo torpe y cansada, es bastante habitual que durante este periodo de embarazo aparezca una ligera anemia que requiera tratamiento con hierro.
Lo puedes sospechar cuando además de cansancio, tu piel y el interior de tus párpados se muestran más pálidos y, quizás tengas mareos y palpitaciones.
Síntomas frecuentes en la semana 25 del embarazo
- Estreñimiento y hemorroides
- Manchas en la piel de la cara (cloasma)
- Estrías
- Dolor de espalda
- Retención de líquidos
- Ciática
- Ardores
- Calambres en las piernas
- Varices
- Sangrado de encías
Consejos para el bienestar de la embarazada a las 25 semanas
Siempre se les aconseja que cuiden su dieta, realizar 5 comidas al día y evitar la cafeína, para que puedan descansar moderadamente y realizar ejercicios de manera regular.
Sin embargo, es importante saber que en algunas ocasiones, es perjudicial para la embarazada o el feto practicar deporte. Tal es el caso de existir placenta previa o amenaza de parto prematuro, si fuese así, el ejercicio físico puede poner en peligro el embarazo.
Es entendible que a estas alturas de tu gestación, comiences a dormir con mucha incomodidad. El volumen que va ganando tu abdomen te dificulta los movimientos en la cama y, además, te despertarás a menudo con muchas ganas de orinar, por este motivo es recomendable que antes de acostarte no abuses con la ingesta de líquidos.
No abusar la ingesta de líquidos no quiere decir que reduzcas la ingesta de líquido, pero intenta repartirla a lo largo del día de otra manera. Bebe más cantidad durante la mañana y la tarde para evitar que tengas que beber muchos vasos de agua en la cena y antes de ir a dormir.
Recuerda, realizar ejercicios puede resultar muy beneficioso para tu embarazo pero, si presentaras cansancio provocado por la anemia, de seguro no tendrás ganas de realizar ninguna actividad, consultalo con tu médico.
